LIBROS DE TEXTO

Con la entrada en vigor de la ley Wert (LOMCE) volvemos al más de lo mismo, con nuestros políticos y sus dependencias de los grupos de poder, llamados lobby.

Hayamos de saber todos que el cambio de libros de texto, supone para las editoriales un beneficio anual de más de 1.500 millones de euros, motivo más que suficiente para presionar al gobierno de turno para que cada nuevo curso se impongan nuevos libros.

También debemos saber todos quienes son los dueños de las mayores editoriales de libros de texto en España, son los siguientes: Santillana, grupo en el que predominan capitalistas y ex franquistas. Edelvives, perteneciendo a los hermanos maristas. Bruño, que pertenece a los hermanos de la Salle. Grupo S.M., pertenece a los hermanos marianistas. Edebe, pertenece a la congregación salesiana.

También es conveniente tener en cuenta que en más de 2.600 colegios públicos gestionados directamente por la iglesia, ellos imponen los libros de texto para nuestros hijos.

Y a todo esto sumamos que cada vez que hay cambio de color en el gobierno, digo cambio de color no de poder pues los lobbies siguen siendo los mismos, van y el cambio también es en adoctrinamiento de ideas en nuestros hijos, con dos reaños.

Si yo estudie con la mayoría de libros que ya había usado mi hermano 5 años antes y me sirvieron perfectamente, porque digo yo, los problemas matemáticos a nivel escolar, desde los griegos con sus teoremas han evolucionado poco, si el castellano es la misma lengua, la historia está escrita desde que sucede, por un párrafo nuevo cada año, no es necesario cambiar el libro entero, lo mismo sucede con geografía y sociedad y así con casi todas las materias, para enseñar a un niño, esto es lo peor es lo que están haciendo, cada año el niño se encuentra con que lo que aprendió el año anterior ahora es todo lo contrario, así no es de extrañar que cada día haya más alumnos suspendidos y más  abandono escolar.

Este y otros muchos problemas de España solo se solucionaran cuando los políticos, hagan política por sí mismos y no presionados por los grupos de poder, también  llamado poder factico.

Aunque esto solo se pude parar prohibiendo a los políticos que cuando dejen el cargo público, pasen a formar parte de las empresas a las que pertenecen estos grupos de poder o lobbies.