Señor
alcalde le escribe un comunista autentico y un agnóstico convencido.
Cuando
aprueban no acudir como corporación a la Ofrenda de flores a la Virgen del
Pilar, no están ustedes yendo a un acto religioso exclusivamente, sino a una tradición
de su ciudad, una tradición seguida por más de medio millón de personas, casi
el 75% de los habitantes.